El jueves Pablo se conviritió en primo mayor, y es que una de sus tías ha tenido una niña. Como a mi cuñada le gustó mucho la tarta que le hice y le pareció muy práctica, decidió que su hermana tenía que tener la suya.
Y esa tarta tan especial tendría que tener un cambiador a ser posible de hadas y un par de baberos. Por suerte concontré una tela de piqué con unas haditas que me enamoraron.
Empiezo enseñándoos el cambiador y los baberos.
Y esta es la tarta terminada que también lleva colonia, jabón, toallitas y un paquete de perchas.
Los nuevos papis ya han recibido su tarta y me consta que les ha gustado mucho. Y tengo que añadir que, aunque no nos lo parezca, a los bebés también les gusta. Si no tendríais que haber visto la cara de mi sobrino cuando vio la tarta terminada. Eso de ver tantos pañales juntos hizo que casi se le salieran los ojos de lo que los abrió. De hecho, enganchó el papel y me llevó un rato "convencerle" de que no eran para él.
Estupenda tarta. Seguro que les ha gustado y, además, es un regalo muy práctico. Se van a ahorrar unos cuantos pañales los recién estrenados papás.
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